La aplicación de los esquemas ya adquiridos y la elaboración de nuevos intentos serán favorecidos por la riqueza de situaciones que se le ofrezcan al niño: estamos señalando la importancia de que el mundo en el que vive el niño sea un mundo con piedras, con animales, con plantas, con sonidos de todas clases, con baldes de agua, con maderas que floten y bolitas que se hundan, con olores distintos, con linternas, con espejos, con herramientas, con pinceles, con pinturas que se puedan mezclar, con pajitas para soplar, con latas que ruedan, con cajas que se deslizan más o menos rápido según se incline el plano en el que se apoyan, con poleas(carretes) que permitan subir pesos tirando hacia abajo, con líquidos que se evaporan, con materiales y objetos que lo inciten a obrar y a pensar.
c) A esta visión bifocal, (la que muestra la relación entre el niño y el mundo de los objetos), debemos agregar un tercer elemento, el mundo de los otros.
Muy pronto el niño comienza a emplear una nueva estrategia de conocimiento: la imitación de las conductas de los que lo rodean. Además, cuando avanza el proceso de comunicación verbal entre el pequeño y los demás, éstos comienzan a transferirle por una parte mucha información, y por otro lado una forma de sistematizar el mundo a través de conceptos (de espacio: aquí, allá; de tiempo: antes, después; de cantidad: más, menos, uno, ninguno; de clase: igual, distinto; etc.), lo que lo ayuda a comprender el entorno a medida que hace experiencias en él.
Después de los dos años, cuando el niño comprende lo que le dicen y comienza él mismo a producir mensajes hablados, esta nueva capacidad crea a su vez un nuevo conflicto de conocimientos: el desequilibrio entre lo que el niño sabe y lo que saben los demás; entre lo que puede comprender por sí mismo y lo que puede entender cuando los otros le explican.
Este es el otro gran motor de la inteligencia: el avance provocado por el contacto con los otros, ya que intenta absorber los desniveles de conocimientos y de destrezas con el modelo.
Estamos señalando ahora la importancia de que el grupo que rodea al niño le ofrezca cuentos, conocimientos, relatos, juegos, tareas que él no conozca y que requieran de él observaciones más precisas, exploraciones, opciones, establecimiento de relaciones, expresiones nuevas.
La inteligencia crece cuando el niño, en un mundo con muchos objetos y muchas personas, va tejiendo la trama: acción, reflexión, mejor acción, mejor reflexión... y finalmente, cuando el conocimiento de las cosas, de los seres y de sí mismo es la base para actuar concientemente para cambiar positivamente las cosas, para ayudar a mejorar a los demás, para progresar él mismo.
Si esto es aprender en el mundo real, ¿cuáles son las dificultades que pueden aparecer, las limitaciones en el pensamiento, las carencias de la inteligencia?
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