Las dudas o inquietudes que nos llevan a explorar aparecen en todos los lugares: en la cocina de la casa y en el parque, en la calle y en los comercios, en la playa o en la fábrica, mirando el cielo o el tránsito. Lo importante es tener la actitud de quien se da cuenta de que hay cosas que no puede explicar, se formula preguntas e investiga.
Todos exploramos en nuestra casa en muchísimas ocasiones.
Pensemos en cuando nos avisan que la comida está desabrida y vamos echándole sal y probándola: estamos atendiendo la variación en la cantidad de sal y la variación simultánea en el gusto.
Pensemos en cuando atamos un paquete y probamos, levantándolo, si el hilo resiste el peso o hay que darle otra vuelta. En éstas y otras ocasiones observamos los cambios que nuestros actos voluntarios producen en la realidad.
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