Se razona cuando se relaciona V

Ninguna relación está en sí en el objeto; las relaciones no se perciben con los sentidos, tenemos que elaborarlas mentalmente. Los sentidos nos aportan los datos pero es nuestra reflexión la que compara esos datos, es nuestra mente la que ubica un hecho en relación con otro, es nuestro pensamiento el que construye las redes o tramas del sistema de vínculos.

Si al observar estamos "leyendo" la realidad, al hacer conscientes las relaciones hacemos una "relectura" de lo que observamos, volvemos a mirar los objetos o acontecimientos para encontrar los lazos entre sus partes, para captar la trama de la red.

Comprendemos mejor en tanto entramamos, estructuramos. Pero la ganancia en inteligencia es doble, porque a la vez que conocemos mejor el medio porque lo apreciamos con una visión estructurada, nuestra mente afirma su capacidad de estructurar.

Por eso hablamos de que, si enseñamos al niño a relacionar de este modo los hechos (comparándolos, ubicándolos, estructurándolos), él irá sabiendo más de la realidad y a la vez irá construyendo con pasos de gigante su inteligencia.

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