Los hijos y ustedes: ¿cómo hacer para desarrollar la inteligencia juntos? II

La vitrina de los fiambres muestra una variedad de productos. ¿A cuántos de ellos reconocemos? ¿Cuáles son las diferencias entre unos fiambres y otros? Miramos al empleado que atiende un pedido de fiambrería: ¿cómo sabrá el peso de lo que lleva cortado? La mirada va hacia la balanza, que nos sorprende con sus números iluminados. ¿Por qué en la feria usarán balanzas de otro tipo? ¿La que hay en la escuela, la que hay en la farmacia, en qué se parecen a éstas? ¿Son todas balanzas? ¿Cuál será la más antigua? ¿Y la más moderna?. Tan comprenetrados estamos en nuestras observaciones que llega nuestro turno de comprar sin darnos cuenta.

Pedimos azúcar y al momento está en el mostrador. Pedimos una lamparilla eléctrica y tienen que ir al fondo a buscarla. ¿Pondrán la mercadería en cualquier lugar o hay una disposición que recién empezamos a reconocer?.

Le pedimos harina. El almacenero pregunta: Harina ¿de qué?.

Miramos el estante de las harinas: van del blanco purísimo al amarillo subido. ¿De dónde salen?, ¿cómo se fabrican? queda pensando mi hijo.

Y yo, ¡qué ganas de contarle cómo se despachaba la harina(y la yerba y el arroz...) cuando el almacenero iba con la cuchara grande de lata, volcando el cereal sobre el papel de astraza colocado en uno de los platillos de la balanza hasta alcanzar el peso pedido! Y después, ¡qué destreza para envolver la harina con aquellas vueltitas en los extremos del papel sin que se volcara nada! ¡Cómo se demoraba en todo! ¡Cuánto tiempo se perdía! ¿O se ganaba?

Le doy el dinero a mi hijo para que pague y reciba el vuelto. Nos repartimos las bolsas y volvemos charlando. ¿Sabrá mi hijo el camino que recorre cada mercadería hasta llegar a casa? Desde los departamentos del litoral, la harina; desde la región del este, el arroz; desde Colonia, los quesos y dulces; desde Florida o San José los productos lácteos; desde el norte, el azúcar; desde Salto, los jugos cítricos...

¿Sabrá mi hijo el camino que recorrió ese café que huele tanto, antes de llegar al almacén? ¿Y el té? Es notable que para que el almacén tenga la mercadería que nosotros precisamos, miles de personas trabajen en lugares alejadísimos. Pero para que esa mercadería llegue al almacén tiene que haber camiones y carreteras, o barcos y puertos y gente que construya camiones y carreteras y barcos.

Este almacén de nuestro barrio es entonces un punto de confluencia de plantaciones, de fábricas, de transportes de todo el mundo. ¿Podemos verlo así? ¿Puede nuestro hijo verlo así? ¿Podemos ver que junto con los demás almacenes, con las panaderías, con las carnicerías, las fábricas de pastas, integra una red muy importante, la que abastece de alimentos a la población?

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