El primer modo de aprender: Observar IV

¿Cómo observar? El adulto es a menudo un espectador pasivo que registra de lo que pasa a su alrededor sólo lo muy importante, lo que más incide en sus propias tareas. Por suerte el niño no es así: naturalmente es un observador activo, que toca, que aprieta, que cambia la forma o el estado de las cosas. La acción es la primera forma de observación del niño y nuestra obligación es facilitarla, promover cualquier experiencia que no entrañe peligros graves.

El chico toma conciencia del efecto de sus acciones sobre los objetos o seres, y esto le impulsará a repetirlas o lo obligará a cambiar sus actos.

Aquí apareció el segundo ingrediente de la observación: tomar conciencia, fijarse, poner atención en los resultados de lo que se hace: echa azúcar en la leche y revuelve, echa hojitas de té en la leche y revuelve, echa migas de pan y revuelve: ¿qué pasa en cada caso? Si está jugando con un cachorro lo corre, le rasca el lomo, lo rezonga, se hace el indiferente. ¿El perro reacciona del mismo modo cuando se repite el acto? Si está clavando, ¿el clavo entra con la misma facilidad en unas maderas y en otras?

Poner atención puede significar concentrarla sobre un objeto (es el caso del médico que ausculta o del niño que traza sus primeras letras), pero también puede significar observar a la vez distintas señales de diferente orígenes (el caso de un buen jugador de fútbol o de un niño que aprende a andar en bicicleta solo). Debemos fomentar en nuestros hijos (y en nosotros, por supuesto) ambas formas de atención: ¿te fijaste en...? ¿oíste...? ¿sentiste qué aroma? ¿subieron los precios? ¿qué pasaba allá? ¿qué estaban haciendo los...? ¿qué decían en...?

¿Somos capaces de registrar veinte o treinta informaciones desde una esquina? Si es así, la exigencia tiene que ser de más observaciones y de observaciones más finas. Como es imposible atender todo, hay que enseñarle al niño a reconocer lo que más importa al caso, enseñarle a filtrar imágenes, eligiendo de lo que se nos presenta aquello que vale la pena recordar.

0 comentarios:

Publicar un comentario