Aprender de los otros, aprender con los otros

Al formularse preguntas, el niño se coloca en la posición de investigar. Generalmente no realiza esa investigación por sí solo, experimentando con objetos, sino que busca información en otros niños o adultos que tienen un mayor conocimiento sobre esos hechos, o en los sitios a ellos referidos.

La integración del niño a grupos donde coexisten diferentes intereses y niveles de información es por eso, muy útil. En el grupo tienden a atenuarse las diferencias culturales porque se elevan aquellos niños que disponen de menos información. Suele suceder en los grupos conformados por niños de edades distintas (varios hermanos, grupos de vecinos) donde se manifiestan desniveles, que el que domina mejor un aspecto tiene para aprender destrezas u otros conocimientos en otros aspectos en los que lo superan los demás. Las acciones de enseñar y aprender no se desarrollan en los grupos infantiles en una sola dirección, sino como un entretejido: esto permite a cada niño reconocer sus valores y sus carencias, los valores y carencias de cada uno de los integrantes del grupo y del grupo mismo.

De este modo, cuando un niño está aprendiendo de otro, además de aquello que le están enseñando aprende cómo son los demás y cómo es él mismo. Se genera la alegría de aprender con los demás cuando todos llegan a un nivel mas alto de conocimiento. Por eso propiciamos el trabajar juntos en la tarea de conocimiento: si entre dos tienen que argumentar para defender una posición, si tienen que proyectar un viaje, programar una reunión o diseñar un mural, cada idea de uno servirá al otro de punto de partida para sus propias ideas, hasta conformar un producto que no es de uno ni de otro, porque no hubiera tenido tal riqueza planteado individualmente.

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